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¡Vámonos a mochilear!

Actualizado: 21 dic 2021

El proceso de sanación, para que se complete, se debe atender en su totalidad. Y este largo año en terapia pude comprobar que parte fundamental del proceso es tomarte el tiempo de atender cada herida y dejar de pasarle por al lado. Dejar de hacer como si no existiera. Por más chiquita que sea, igual sangra, igual duele…

Y ustedes se preguntarán, ¿Qué tiene que ver eso con el título de esta nota? ¿Y con la foto? Bueno… Mucho jajaja.

Verán… Desde siempre he sabido que tengo un escudo y siempre estoy a la defensiva y eso tiene que ver con atender las necesidades que tiene mi niño interior, de mi adolescente interior.

En paralelo, me propuse también descubrir la raíz de todos mis problemas de ira, de mi actitud forever a la defensiva, mi constante inestabilidad emocional y la incapacidad e incomodidad que me producía pasar tiempo a solas.

Y en el camino, fui descubriendo tantas cosas de mí y fui enfrentando de cerca cada una de esas carencias. Y hacer este viaje era una de ellas.

De los pocos recuerdos que tengo de mi infancia es el deseo incesante de viajar sola. “Al menos una vez”, decía. Y con los años, me visualizaba haciéndolo. Pero ya no era un viaje, eran varios. Le fui agregando el componente laboral y la vida me fue llevando y guiando hacia eso.

Pero por cosas de la vida, nuevamente, las “responsabilidades” adquiridas, me hacían mantenerme en stand by e ir aplazando el momento.

Luego sucedieron más cosas. Chile llegó y se debía trabajar para pagar las cuentas. Después el trabajo consumía y por momentos de cansancio, me imaginaba tal y como salgo en esta postal: dejando mi vida atrás por un instante, para crear nuevos recuerdos y adquirir nuevos aprendizajes.

Y así transcurrieron los años...

En mis peores momentos, les juro que trasladaba mi mente a un pueblo recóndito del Sur de Río de Janeiro. Brasil es un país que me llama la atención de siempre. Me parece sumamente interesante y exótico. Hay ene historia de nuestro continente y eso es lo que alimenta mis ganas de explorarlo más.

En aquella oportunidad me imaginaba recorriendo sus calles y en donde estábamos: mi mochila y yo. Solo sintiendo, oliendo, explorando y viviendo… Cierro los ojos y lo siento tan intenso como un recuerdo.

Brasil de partida es el único país de LATAM en donde se habla otro idioma. Que comparte el calor de mi tierra, de hecho compartimos frontera; y si bien lo he visitado en tres ocasiones anteriormente, en ninguna lo disfruté completamente.

En cada una de ellas tengo un recuerdo que empañó el viaje y los recuerdos son cada vez más borrosos. Es impresionante cómo funciona el cerebro humano.

Ahora fíjense… Casi 11 años más tarde, con visitas en 2013, 2017 y 2019; como parte de mi bucket list treintañera y de esta nueva historia de vida que comencé a escribir a finales de 2019, justamente me encuentro en vía a cumplir mi sueño de finalmente mochilear y acumular experiencia propia en este país.

Me tomo este viaje como parte de mi proceso de transformación y autoconocimiento. No son simples vacaciones, voy a atender algo importante para mi adolescente interno.


Se soñó, se trabajó y se cumplió…

Noviembre es un mes importante.

Solo eso… Noviembre es… un mes importante.

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